miércoles, 24 de junio de 2009
Pero dónde está Edward Cullen?
Nisiquiera tengo una coestrella...o es que en la peli de terror que es mi vida, nisiquiera soy la protagonista?...
Solo un extra más...que muere acuchillado por alguién mientras los protagonistas se besan en el cuarto de arriba.
Fuck¡
Una peli de miedo
Tengo que postear algo urgentemente…para sacarme las ganas de encima.
Me siento en una peli de terror. Los truenos brillan en la oscuridad, detrás de las ventanas de enmarcado blanco, a la cual mi madre llama tipo french.
Los perros ladran afuera, las luce titilan y estoy sola en casa, con un buzo gris y una pijama corta. Suena la música y hablo con una amiga. Todo tranquilo….
martes, 10 de febrero de 2009
Mala Sangre
No soy un demonio del instante, soy una maldición que te perseguirá por siempre, que te acompañara hasta la muerte…seré aquella silueta en el horizonte de tu pena, ese mórbido sentimiento de persecución, pues aunque no me puedas ver, ahí eternamente estaré.
¿Qué soy?...soy tu, soy yo…soy el árbol que se mueve cuando el viento lo golpea, soy el gato que maúlla cuando la noche lo atropella, soy lo malo y lo bueno…soy todo lo perverso…
Si quieres saber, solo cuenta hasta tres, cierra los ojos y ábrelos otra vez…eternamente ahí estaré.
lunes, 24 de noviembre de 2008
La dolorosisima muerte del Oso de Peluche y la crudelisima victoria del Chicle Existencial
"Escribo sobre crímenes para no perpetuarlos yo mismo"Fiódor Dostoyevski
*SILENCIO*Dosto
domingo, 23 de noviembre de 2008
La Princesa de Piedra
Llegue hasta la zona más lóbrega del lugar, una donde nunca había deambulado. Era extraño, con Monique había realizado una expedición en los alrededores una tarde de otoño, mientras los árboles nos llenaban de sus recuerdos color sepia. Ella había traído a su novio, Erik, mientras yo...pues nunca había sido una persona muy estable amorosamente. Mi relación más larga fue de un mes, y con un perro, pero Tommy nunca pudo soportarme, así que tuve que regalárselo a un compañero de la biblioteca.
Este lugar era totalmente diferente a todo lo que había visto. Una fuerte neblina aullaba sin cesar, el frió comenzó a taladrarme el cráneo, mientras que un viejo sauce lloraba sus penas frente a un inhóspito manantial. Había un circulo formado por bancas de opaca piedra, en su centro, una estatua de una dama gris. Era increíble el detallado, no pude dejar de mirarlo, parecía tan real todo en ella, que entre parpadeo y parpadeo, mis ojos buscaban una respiración o un leve movimiento en la faz o en el cuerpo de aquella princesa de roca y cemento. Llevaba un vestido largo, que comenzaba en el borde de sus pechos, a los cuales bordeaba con una sutiles flores, quizá capullos de rosa. Como si un viento fantasmal la rodeara, el pelo como la vestimenta se movían con gracia y belleza. Su perfecta cabellera era ondulada, nacía de una corona de pétalos y culminaba a mitad de la descubierta espalda. Pero lo más hermoso era su cara, su delicado rostro. Una nariz, sin ser muy pequeña, totalmente simétrica, la boca gruesa mas no voluminosa, unas cejas que parecían el arco de la entrada al cielo y un ojos melancólicos, en forma de avellana. Su expresión, nostálgica pero encantadora. Y lo más real, una gota salina que surcaba su mejilla, recorriendo el pómulo hasta llegar hasta el mentón.
Una corriente de helado viento me recordó la presencia de mi persecutor. Me había quedado idiotizada con la imagen que tenía frente a mi. Estime que había pasado unos 30 segundos desde que me había detenido, 30 segundo suficientes para llevar a cabo un asalto, tal vez un asesinato. Así que ya era tarde para cualquier huida, era el momento para enfrentar las cosas y encarar a lo que ya parecía mi propia sombra.
¿Qué?
La noche se mantenía espesa entre los peatones de
Mirándome en la vitrina de los electrodomésticos Juárez, pude ver lo que era. Ese reflejo idiota de una urbe idiota. Todo era cuestión de supervivencia. ¿Qué pasa si la manzana se pudre? ¿Qué pasa si solo soy un gusano más, tragándome el pecado de una putrefacta encarnación?
-¿Qué te pasa esta vez?- sus ojos eran demasiado grandes para no perderse en ellos- Ahm, otro delirio de tristeza-no era una pregunta, solo una tonta afirmación…una demasiado verdadera.
-Solo tu sabes cuando estoy triste de verdad- que falsedad tan grande, nunca podrías adivinar si estaba triste o si tan solo era un “delirio de tristeza”, como lo llamaba ella.
-Si, no ves que soy psíquica intrasensorial- alguien debería retratarla cuando dice cosas como estas, parece salida de un cómic de pobres trazos.
-Súper Monique, al rescate- murmure lo suficientemente alto para que me escuchara y se enojará…solo un poco
Después de golpe en la cabeza con su cartera de cuero marrón, caminamos juntas por el Central Park. De noche se veía mucho más interesante que de día, sin tantas familias, vendedores ambulantes y ciclistas. Como odiaba sus sonrisas perfectas, era demasiado aburrido ese cuadro de superfluos colores y matices irreales. Nunca compraría una obra de arte con una niña de blanco abrigo, rojo globo y sonrientes progenitores detrás de ella. Otro delirio de tristeza. No, era franca…maldita franqueza.
-Adiós Sol¡¡¡- me dijo mientras corría hacia la otra acera.
-SOLEDAD¡¡¡¡- le grite, mientras agitaba mi puño con rabia infinita-Sol, solo ella podría llamarme así.
Cada vez que me llamaba así, puedo jurar que a mi mente viene la imagen de un astro solar que en vez de abrigarnos con sus cálidos rayos de energía, nos cubría con unas lágrimas de fuego que no nos dejaban de quemar. Eso pasaría si el Sol jugará a ser nube. Pobre, nunca lo podría lograr.
Camine otra vez, cerca de una de estas tantas fuentes que poblaban el lugar. A veces no podía diferenciar entre una foca de piedra o un ángel de cal. Pero igual me encantaba el sonido del agua cayendo, me recordaba a la lluvia y…a eso. Nunca supe que era, pero cada vez que caían las gotas por fuera de mi ventana campesina, sentía en mi interior algo extraño, nunca pude describirlo bien, pero era algo como si me agitaran el corazón, tratando de que reaccionara…recordara…si, querían que recordara…pero… ¿qué?
Una sombra comenzó a perseguirme, una de esas tantas paranoias neoyorquinas. Saque de mi bolsillo el gas pimienta, podría no ser una paranoia después de todo. Y no lo fue, estaba ahí, demasiada oscuridad para verlo bien, pero sabía que era un hombre, alto, con un gabán negro, unos guantes blancos…había un brillo terrorífico en su ojos, algo que no era normal...
domingo, 10 de agosto de 2008
Devenir shakesperiano bajo el ocaso de un Niño Traumado. Formas para argumentar sin plagio directo, ni sensato.
La obra transcurre en dos locaciones muy alejadas, pero aun conectadas por la herrmienta de
Ambos caracteres trazaran un dialogo que tan solo el Messenger podrá soportar, y que le parecerá a usted, lector, una comedia más hilarante que la de los amantes Tisbe y Piramo bajo la tutela de Fondón y Membrillo, en aquel olvidado acto de Sueño de una noche de verano.
Atención todos, se abre el telón de rojo terciopelo y los personajes entran en juego…lector omnipresente, preparaos…
Niño Traumado N°1: Es que no puedo creer que me dejó. No entiendo como alguien puede dejar de amarte de un día para el otro.
Franz Kafka/ Aurelio Baldor: Es que no lo hacen. Yo tengo una teoría que consiste en lo siguiente:
La persona x no te deja de amar de un día para el otro, es un proceso, como el de JOSEPH K., es algo confuso, un sentimiento de desagrado que comienza como una nimiedad pero termina como un hoyo negro que prohíbe al corazón latir de la misma manera que lo hacia antes...cuando esta persona X. no aguanta este sentimiento decide arrancar de raíz al eje problema, o sea la fuente de su desgracia y así tu, el desdichado Y., se ve abandonado por la persona X....
FORMANDO LINEAS PARALELAS que nunca volverán a tocarse
Ves, como un plano cartesiano. (Se advierte que el personaje encarnado podría ser probablemente el autor de los terroríficos libros bajo su apellido Baldor poseído por el espíritu del autor de los terroríficos libros bajo el apellido Kafka.)
N.T. N°1: Es raro, pero podría llegar a ser verdad ¿Nunca te conté el por qué mi novia me dejó? Me remplazó como si fuera un objeto ¡
Edgar Allan Poe: Pero al fin y al cabo...no somos acaso todos objetos de amor.
Si, piénsalo, cuando el amor nos invade, nos controla, y somos muñecos, muñecos de porcelana o de algún material fácil de quebrantar. Títeres plenamente a su disposición.
Y es nuestro titiritero malvado el que un día nos corta los hilos y nos deja tumbados en el suelo, sangrando….llorando….muriendo¡¡¡¡
N.T. N°1: Pero por lógica, aun con el poder de destrozarnos, no lo va a hacer.
Lord Byron: No hay lógica en el amor…tan solo locura.
N.T. N°1: Tienes razón. Pero aún hay personas que no caen completamente en la locura.
Sigmund Freud: Todos estamos locos...de ira, de tristeza, de alegría...los peores son los dementes enamorados, porque creemos que estamos completos, pero en realidad nos encontramos más vacíos que nunca cuando nos falta aquella persona. Es fácil de explicar con un ejemplo claro, como el de Edipo, que al enamorarse termina ciego y desquiciado. En si, termina vacío y desalmado.
N.T. N°1: Aunque sea cruel la explicación, es verdad. Pero nadie hace algo malo al tratar de amar.
William Shakespeare (Romeo ante Julieta): No, jamás, no hay maldad en la locura.
No dije que amar fuera algo despiadado y malévolo; somos los humanos los crueles, no el sentimiento.
N.T. N°1: Pero por qué crueles?
Charles Darwin/ Friedrich Wilhelm Nietzsche: Porque la naturaleza humana es cruel. Puede que la moral que nos ha impuesto la sociedad haya apaciguado esa crueldad, pero somos bestias esperando una presa fácil de cazar. (En este caso no encontraremos ninguna encarnación o posesión, podríamos definir esto como un cruce de ideas al mejor estilo de un Führer Romántico…aunque esta idea me parece muy ilógica al decir verdad)
N.T. N°1: Ya no se ni que pensar. Ya se que tengo que dejar atrás el pasado, aunque sean demasiadas cosas…
Charles Dickens: Oh Fantasma de las Navidades Pasadas, abandonad el alma de esta pobre criatura y permítele olvidar¡¡¡
N.T. N° 1: Te sientes bien?
Simone Fuica Prieto: Nada que un buen devenir poético no pueda solucionar.
Baja el telón, y en el espectador quedará la sensación de haber estado rodeado de un aura de grandeza demasiado fuerte, un genio imponente, un devenir argumentativo que los deja pasmados en sus asientos hasta que de las sombras sale la figura de la autora y exclama a viva voz:
Adiós, que te valla bien, que te muerda un perro, que te lleve el diablo...y marques calavera.
Atónito el publico espera a que la mujer diga algo, pero esta callada los observa y al ver la incertidumbre en sus ojos añadirá suavemente: